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A quién creerle?

Luego de tomar luz un informe vinculado a la Universidad de Buenos Aires (UBA) donde se notifica la presencia de arsénico en una muestra de agua potable de la planta urbana, la Municipalidad de 25 de Mayo salió inmediatamente al cruce para tranquilizar a la población.

La intendente Victoria Borrego dijo ante la prensa que nuestra ciudad "tiene los mejores índices de arsénico en la provincia". Suena a frase desafortunada, aunque fue dicha en el contexto del escaso registro del químico surgido en los análisis, todos dentro de lo permitido por la provincia de Buenos Aires de acuerdo al anuncio oficial.

Sin embargo, el concejal Diego Marchesotti sostuvo previamente que una reciente muestra confirmó la sospecha, específicamente en un pozo del área Laguna Mulitas.

Pero, quién tiene razón?. La salud humana está en juego y los datos son contradictorios, ante un elemento químico (As) mortífero.

El director de Obras Sanitarias, Jorge Raposo, declaró al diario local que “los últimos análisis, realizados en diciembre, arrojaron un valor de 0,2 mg/l (miligramos por litro)” y se destacó que “en la época de sequía aumenta el arsénico y cuando existe mayor régimen pluviométrico, disminuye”.

Igualmente, para entendidos en la materia es un nivel alto y perjudicial. Por ello, con el paso de las semanas se tomaron muestras de diferentes pozos y se mandaron a analizar a La Plata.

Y ???

Para el gobierno local se habla de valores permitidos de arsénico en el agua potable, mientras que para el Laboratorio de Asesoramiento Toxicológico Analítico de la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (ver nota) hay contaminación en la prueba tomada desde un bar céntrico.

Ante el contraste, “Diálogos” recibió el aporte de un ingeniero químico veinticinqueño radicado en el norte del Gran Buenos Aires, quien remarcó lo siguiente.

“Les pido muchísima seriedad en temas como éste. Una muestra tomada en un bar céntrico no es para mí (válido), ya que debe tomarse en boca de pozo, donde se hace el suministro a la red domiciliaria”, sostuvo.


Agregó que “de comprobarse que la fuente de arsénico proviene de allí, hay que analizar como circula el acuífero”.

Lo cierto es que nuevamente se enciende la luz de alarma, como en otras épocas recientes, con el habitante común sin saber quien tiene la verdad.

Se trata de un tema a clarificar de inmediato.